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El riesgo de una persona de desarrollar cáncer colorrectal durante su vida es de aproximadamente 1 en 23 para hombres y 1 en 25 para mujeres, lo que lo convierte en el tercer cáncer más común diagnosticado en hombres y mujeres estadounidenses (sin incluir al cáncer de piel).
En un esfuerzo por aumentar la concientización sobre el cáncer colorrectal, aprovechamos esta oportunidad para reconocer los factores de riesgo y las medidas preventivas que pueden reducir el riesgo de un diagnóstico de cáncer colorrectal.
Síntomas del cáncer colorrectal que hay que conocer
Los cambios en las heces, la presencia de sangre en las mismas, la pérdida de peso involuntaria y una sensación de hinchazón o calambres que no desaparecen podrían ser signos de cáncer colorrectal. Sin embargo, en la mayoría de los casos los síntomas no se notan de inmediato, por lo que las pruebas de detección preventivas son muy importantes.
La sangre es una señal de advertencia clave
La diarrea o la mucosidad persistentes, los calambres abdominales bajos que no desaparecen o la sangre mezclada con las heces (o que las recubre) podrían ser signos de inflamación del colon. La sangre, en especial, es una señal de advertencia clave. Si bien es posible que no siempre signifique cáncer, ya que a veces es solo por hemorroides o irritación en el canal anal, siempre es algo que hay que revisar.
Muchas afecciones médicas diferentes tienen síntomas que se superponen, por lo que, si tiene uno o más de los síntomas de cáncer colorrectal descritos, no es el momento de entrar en pánico. Eso solo significa que es hora de hablar con su médico y determinar juntos los próximos pasos a seguir.
¿Quién está en riesgo de padecer cáncer colorrectal?
Las personas con enfermedades inflamatorias del intestino, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, tienen un mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal.
Los antecedentes familiares de cáncer colorrectal también aumentan el riesgo de desarrollarlo. Los antecedentes familiares incluyen miembros de la familia que han tenido cáncer de colon o de recto, enfermedad inflamatoria intestinal y otros síndromes relacionados con pólipos. Aquellos miembros de la familia que han desarrollado cáncer de colon o de recto a temprana edad son de particular interés.
Además, los afroamericanos tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de colon y los hombres tienen un riesgo levemente mayor que las mujeres.
Cuándo hacerse la prueba de detección del cáncer colorrectal
Si bien la edad promedio de diagnóstico se sitúa entre los 50 y los 60 años, los pacientes de cualquier edad pueden desarrollar cáncer de colon.
Hasta 2018, la edad recomendada para las pruebas de detección de cáncer colorrectal era de 50 años. Hoy en día, los expertos en salud y la American Cancer Society sugieren comenzar a los 45 años, porque ahora muchos casos de cáncer colorrectal se diagnostican en personas más jóvenes.
Según el tipo de detección y de los resultados, las pruebas se deben realizar todos los años o cada cinco a diez años.
Prevención del cáncer colorrectal: Exámenes y pruebas de detección
La prevención es muy importante para reducir el riesgo de padecer problemas colorrectales y eso implica someterse a pruebas de detección con regularidad. Los hábitos de vida saludables, como una dieta basada en plantas, el ejercicio regular y evitar el alcohol y el tabaco, son excelentes maneras de mantenerse sano, pero las pruebas de detección son las herramientas de prevención más importantes.
Tipos de pruebas de detección colorrectales
Existen varias pruebas de detección que pueden ayudar a encontrar pólipos precancerosos en el colon. Un pólipo es un crecimiento anormal de tejido en el colon que puede derivar en cáncer. Su médico puede analizar estas opciones con usted para decidir qué prueba es la mejor.
Colonoscopía
Por lo general, las colonoscopias deben realizarse cada 10 años. En una colonoscopia, se inserta un tubo largo, delgado y flexible en el recto para detectar pólipos o cáncer en el colon. Durante ese procedimiento, se pueden extirpar los pólipos precancerosos antes de que se conviertan en cáncer.
Colonoscopia por tomografía computarizada (TC)
Una colonoscopia por tomografía computarizada (TC) es una opción no invasiva que se puede realizar cada cinco años. Utiliza rayos X y computadoras para producir imágenes de todo el colon, que su médico podrá analizar en profundidad.
Sigmoidoscopia flexible
Una sigmoidoscopia flexible es similar a una colonoscopia tradicional, pero el tubo es corto y el médico revisa solo el tercio inferior del colon. Esta prueba se puede realizar cada cinco o cada 10 años, combinada con un análisis de materia fecal.
Análisis de materia fecal
Antes de realizar un procedimiento como una colonoscopia o una sigmoidoscopia flexible, su médico puede sugerir primero un análisis de materia fecal, que debe realizarse aproximadamente una vez al año.
Una prueba de sangre oculta en heces con guayaco (gFOBT, por sus siglas en inglés) utiliza una sustancia química llamada guayaco para detectar sangre en las heces. Esta prueba se puede realizar en casa con un kit que le proporcionará su médico. Una vez que le devuelva el kit, el médico puede revisar la muestra de heces.
Otro tipo de análisis de materia fecal es la prueba inmunoquímica fecal (PIF), que usa anticuerpos para detectar sangre en las heces. Esto también se hace en casa con un kit de prueba que le proporcionará su médico.
El tercer tipo de análisis de materia fecal, también conocido como prueba de ADN en heces, básicamente combina la PIF con una prueba que analiza el ADN alterado. Para la prueba de ADN en heces, se recogería una deposición en casa y la enviaría a un laboratorio para su análisis.
Tratamiento para el cáncer colorrectal
Los expertos afirman que la tasa de supervivencia a cinco años para el cáncer de colon y recto es de alrededor del 90% cuando se diagnostica a tiempo, por lo que la detección temprana es la mejor manera de adelantarse a un diagnóstico. El principal tratamiento para el cáncer de colon es la cirugía; la quimioterapia solo se usa para el cáncer de colon avanzado.
Para los cánceres en etapa temprana, la cirugía se usa para extirpar cualquier pólipo que se encuentre durante la colonoscopia. En ocasiones se requiere una laparoscopia para los pólipos más grandes que no se pueden extirpar durante la colonoscopia.
Para casos avanzados existen muchos enfoques diferentes disponibles, que incluyen quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia y terapia con medicamentos dirigidos.
Hágase una prueba de detección hoy
Si le preocupan sus síntomas o desea programar su prueba de detección, estamos a su disposición para ayudarlo. Para comenzar el proceso de las pruebas de detección, visite SaludColorrectal.com.