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Es probable que conozcas a alguien que haya tenido una hernia. Son muy comunes y pueden ocurrir en hombres, mujeres y niños de todas las edades, incluso en bebés recién nacidos. Afortunadamente, la mayoría de las hernias solo causan síntomas leves. Pero algunas pueden interferir con la forma en que deseas vivir tu vida.
Leves o graves, los síntomas de una hernia nunca deben ignorarse. Si bien algunas se pueden controlar con cambios en tu estilo de vida, otras pueden poner en peligro la vida si no se tratan. Si tú o un ser querido tiene una hernia, asegúrate de consultar a un profesional médico. Este puede recomendarte un tratamiento para que puedas recuperar tu salud por completo.
¿Qué es una hernia?
Una hernia ocurre cuando un área de músculo debilitado se desgarra, generalmente en el abdomen. Esto permite que parte de un órgano o tejido interno sobresalga. Dependiendo de la ubicación y el tamaño de la hernia, es posible que logres ver el bulto.
Los tipos de hernias incluyen:
- Hernia inguinal: ocurre en el área de la ingle y afecta más a los hombres que a las mujeres.
- Hernia umbilical: ocurre cerca del ombligo.
- Hernia incisional: ocurre después de una cirugía cuando parte de un órgano atraviesa el área de la cicatriz.
- Hernia de hiato: ocurre en la parte superior del estómago y puede empujar a través del diafragma.
- Hernia diafragmática congénita: defecto congénito poco común que ocurre cuando el diafragma de un bebé no está completamente formado, lo que permite que el estómago y a otros órganos se muevan hacia la cavidad torácica.
¿Quiénes tienen probabilidades de tener una hernia?
La mayoría de las personas con hernias las contraen debido a que sus músculos se debilitan con la edad. Pero otras pueden desarrollar hernias porque nacieron con músculos abdominales débiles, tienen sobrepeso, consumen tabaco o tienen mala nutrición, lo cual aumenta su riesgo de hernia.
Si levantas objetos pesados (especialmente sin usar las técnicas de levantamiento adecuadas) o tensiones los músculos al toser, estornudar o defecar, eventualmente puedes desarrollar una hernia o empeorar una existente.
Síntomas de una hernia
Los síntomas de una hernia pueden variar según el tipo y la ubicación, pero generalmente incluyen:
- Tos, acidez o dificultad para tragar
- Presión en el área de la hernia
- Abultamiento visible o un bulto que puedes sentir
Debes consultar a su médico si tienes alguno de estos síntomas. Si tienes una hernia que se vuelve blanda o no se puede empujar hacia adentro, o si tienes dolor repentino, estreñimiento, náuseas o vómitos, dirígete a la sala de emergencias. Estos síntomas podrían significar que tienes una hernia estrangulada, que es una afección potencialmente mortal.
Los bebés que nacen con una hernia diafragmática congénita pueden tener problemas para respirar. Si tu bebé parece tener dificultades para respirar, comunícate con tu médico de inmediato.
Diagnóstico y tratamiento de hernias
Si tienes síntomas de una hernia, consulta a su profesional médico para tomar el camino hacia tu curación. Puede ofrecerte un diagnóstico preciso con un examen físico y, si es necesario, pruebas por imágenes como una radiografía o una tomografía computarizada para obtener una imagen clara de tu salud.
Si tienes síntomas de una hernia de hiato, es posible que necesites una endoscopia superior. Este procedimiento mínimamente invasivo utiliza una pequeña cámara en un tubo delgado y flexible (un catéter) para examinar la garganta y el estómago.
Tu profesional médico también puede sugerir cambios en tu dieta y actividades si la hernia no es grave o peligrosa. A veces, los medicamentos también pueden aliviar tus síntomas.
Si tus síntomas no mejoran, tu proveedor podría analizar opciones quirúrgicas contigo. Los avances en tecnología ofrecen procedimientos con incisiones más pequeñas y una recuperación más corta. Los bebés con hernia diafragmática congénita también pueden necesitar cirugía poco después del nacimiento. Tu proveedor trabajará en junto a ti para analizar el enfoque de tratamiento adecuado en tu caso o en el de tu hijo.
¿Cómo puedo evitar desarrollar una hernia?
No todas las hernias se pueden evitar. Y si naciste con músculos abdominales débiles, tus posibilidades de contraer una hernia solo aumentan a medida que envejeces. Aún así, hay pasos que puedes seguir para reducir tus riesgos de tener una hernia:
- Evita comer alimentos picantes
- Come raciones más pequeñas
- Levanta objetos pesados con cuidado usando las piernas, no la espalda
- Mantén un peso saludable
- Deja de fumar o usar tabaco
Busca atención para hernias dónde y cuándo la necesites.
Las hernias no siempre se pueden prevenir, pero se pueden tratar. Y un médico es la persona más indicada para aconsejarte sobre cómo manejar tu hernia. Si tienes síntomas, el Equipo de Cuidado Digestivo en AdventHealth está aquí para ayudar con una atención rápida y compasiva en varios lugares convenientes.